El transporte externo de los productos a granel se encuentra altamente condicionado por las características de las infraestructuras del país.La práctica inexistencia de redes fluviales navegables y la falta de infraestructuras ferroviarias y portuarias para la carga y descarga de los grandes volúmenes de minerales necesarios, ha llevado a que cerca del 99% del transporte se realice por carretera, en el caso de los áridos. Por otra parte, como los áridos son muy pesados y es preciso transportar grandes volúmenes, suele llegarse a una situación paradójica en la que el coste del transporte supera al coste del material y de su producción. El transporte por carretera es, sin ninguna duda, la opción más costosa, de forma que, por cada 50 km desde el yacimiento de procedencia, el coste de los áridos se duplica. Los principales efectos medioambientales producidos por el transporte por carretera son el ruido, las vibraciones transmitidas al suelo, el polvo, la emisión de gases, los efectos visuales, los accidentes y los riesgos para la seguridad. Dado que la magnitud de estos efectos es directamente proporcional a la distancia de transporte, la proximidad de las explotaciones a los centros de consumo tiene evidentes beneficios medioambientales que deben considerarse.